Trabajar en pequeño formato con la técnica de mokurito es un desafío importante,
ya que según el soporte que se utilice, la textura propia de la madera dificulta la obtención
de detalles muy pequeños.
A partir de una serie de noticias de los diarios, de hace varios años atrás,
que trabajé con impresiones comerciales y sobreimpresiones para un libro de artista
colaborativo, re-elaboré las imágenes con alto contraste, las reduje de tamaño y finalmente
las transferí sobre placas terciadas de guatambú.
Sobre la transferencia, dibujé con pluma, realicé aguadas y esgrafiados.
Las primeras pruebas resultaron bastante interesantes en función de los detalles logrados.
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