jueves, 16 de julio de 2009

La mirada y la escena.





Gastón Breyer, arquitecto y escenógrafo, analiza el orden de la mirada en su libro "La escena presente". Estas expresiones se enlazan con lo expuesto por John Berger.

Dice Breyer:
"Desde un comienzo introduce el psicoanálisis al Otro y el hombre que mira cae en el circuito de la mirada del otro, de lo otro, del otro mío.

El hombre "ordenado en lo visible", mira y está expuesto a ser mirado. Ese "mirarme" cualifica al Otro como tal, como el que puede mirarme. El Otro es quien me mira y quien hace sentirme mirado. Con esto nos situamos también en el "orden de la escena", en el teatro, en el mismo centro del área de veda.*

¿Qué es la escena sino un mirar ser mirado? Si bien esta ley subyace en todo arte, en la pintura es manifiesto que quien mira al espectador es un ojo tácito, incorporado a la materia, en la escena se trata de ojos vivos, habitados, mirantes existenciales, egoístas y prepotentes.

La Mirada, como pulsión que es, tiene una energía en acto, apunta al deseo de un objeto, su fuente es la pulsión, importa una acción-acto implícito, obsesión de actuar hacia el otro, se constituye en objeto del otro, el acto de mirar se solidifica en el objeto Mirada.

Hay un objeto mirado y un objeto Mirada, de eso se trata: la Mirada como obsesión de Objeto.

El ver - propiamente dicho - remite al acto psicofisiológico de la visión como recepción corriente y función óptica del ojo normal, función ocular, reacción fotosensible de la retina al estímulo exterior.

En la "mirada" con minúscula, se apunta a la función de salir atisbar, escrutar, explorar y desocultar la circundancia como oportunidad del ver para comprender, hacer y trascender. Simétricamente al mirar, un ver.

Pero en el enfoque psicoanalítico se trata de la Mirada -con mayúscula- acto del inconsciente , pulsión que deviene insistente deseo e intención hacia un fin último, jamás alcanzado. La Mirada como necesidad de goce."

* Breyer adopta este término como sinónimo de escenario, ámbito físico, lugar o sitio que irrumpe en lo cotidiano social y divide a la multitud en actantes y espectadores.


En lo específicamente escénico, Breyer se detiene a analizar la mirada del actor-actante y del escenógrafo.

"Lacan señala el polígono de la necesidad, la pulsión, el deseo y la demanda.

El escenario será el sitio donde se hará patente la demanda, lugar ejemplar de la mostración. Lugar absoluto que deja de ser relativo o posible o conjetural para ser necesario, como necesaria es mi demanda. Lugar donde se me nombra, lugar donde yo oigo nombrarme.

La escena es sustancialmente un lugar de encuentro de miradas. Miro al actor que mira mi vacío. El rostro del actor hace de espejo para mi mirada. El rostro del actor más que para ser visto, está ahí para enseñarnos a mirar. El gran actor se ve en su saber mirar; su mirada funda al objeto mirado.

Algo parecido sucede con el escenógrafo, él enseña a mirar. La auténtica escenografía es aquella que nos enseña a mirar porque nos mira. Las decoraciones bonitas se dejan ver, pero no pueden ser miradas, no hay nada para mirar.

Por eso toda escenografía auténtica es como un rostro que nos mira y que nos enseña a mirarlo. Yo diría llanamente, que toda escenografía verdadera es un rostro vuelto hacia la platea. El espectador mira la mirada del actor y de la escenografía."


Juan Carlos Moretti (actor)



2 comentarios:

Daniel dijo...

muy bueno felicitaciones tam

Daniel dijo...

muy bueno felicitaciones tam